Esta es la casa que mandó construir Sarah Winchester para aplacar la mala conciencia
que sobre ella pesaba. Su marido, William Wirt Winchester, se había hecho una de las personas más ricas del mundo merced a la comercialización del famoso rifle Winchester, aquel que conquistó el oeste, la primera escopeta de repetición totalmente fiable y de precio asequible.
William Wirt Winchester era el único hijo y heredero de Oliver Winchester, el que consiguió enriquecerse hasta proporciones deshonestas con el invento de la escopeta. Sin embargo, apenas heredó el imperio de su padre, murió. La única hija que tuvieron William Wirt y Sarah había muerto a las pocas semanas de su nacimiento, con lo que dejó a su viuda Sarah Winchester como depositaria de todo ese dinero proveniente de las armas – la mitad de la empresa de Winchester para ser más exactos. Y a la pobre Sarah totalmente desconsolada.
Era mucho el dinero para una mujer atormentada. Más de 1.000 dólares diarios más varios millones de dólares en el banco. Tratando de buscar algún sentido a su vida, Sarah cometió el mayor error de su vida: visitar a una medium.
Sarah le contó la vidente que creía que era el objeto de una maldición. La medium no se lo pensó dos veces y no sólo corroboró su historia sino que le indicó hasta qué punto era grave su situación.
La vidente le dijo que la familia Winchester estaba maldita por los espíritus de todas las personas que habían muerto a manos de los rifles Winchester. Y que su única posibilidad era mudarse a la costa oeste y construir una casa para ella y los espíritus. La medium le indicó que nunca debería interrumpir la construcción de esa casa. De hacerlo, moriría.
Sarah se mudó a California en 1884. Allí compró una granja con una casa en construcción en lo que hoy en día es la ciudad de San josé. A partir de ese momento ella dirigió la finalización de esa casa.
Fue un trabajo infinito, durante más de 38 años. Se trabajaba las 24 horas de día durante los 365 días del año. Así, durante casi 40 años. Nunca hubo planos.
La casa pasó por diferentes fases. A veces se derribaba parte de lo construido y vuelta a empezar. En algún momento la vivienda llegó a tener siete plantas de altura pero a causa del terremoto de San Francisco en 1906 la construcción sufrió severos daños y hubo que derribar algunas partes del edificio.
La casa resulta totalmente inverosímil. La incoherente construcción es tan extensa (posee 160 habitaciones) y compleja que muchos de los criados que trabajaban para Sarah Winchester necesitaban de un mapa para poder moverse dentro de ella. La Winchester Mystery House está llena de lugares curiosos, sorprendentes y llenos de misterio.
Habitaciones que simplemente dan … a otra habitación.
Puertas que no llevan a ninguna parte.
Ventanas en el suelo.
Ventanas extrañas y poco prácticas.
Habitaciones inverosímiles y poco íntimas como este cuarto de baño con paredes de cristal.
Según este extraño aparato los criados de la casa podían ver desde qué punto de la casa la señora requería su presencia.
Desde los inicios de su construcción, la Winchester Mystery House
contaba con los últimos adelantos en tecnología para el hogar. Muchas de
sus facilidades no eran nada comunes, ni siquiera en las casas más
ricas de la época. Así, contaba con ascensores, calefacción, alumbrado
de gas, sistema de agua corriente.
Ventanas extrañas y poco prácticas.
Habitaciones inverosímiles y poco íntimas como este cuarto de baño con paredes de cristal.
Según este extraño aparato los criados de la casa podían ver desde qué punto de la casa la señora requería su presencia.
Como no, la casa quedó “a mitad de construcción” a la muerte de Sarah Winchester. Muchos de los materiales de construcción quedaron almacenados a la espera de que ocuparan un lugar…provisional.
Como todas estas ventanas.
A lo largo de tantos años Sarah también colaboró aportando sus propias ideas a los diseños. Como el de esta ventana en forma de tela de araña, si no brillante al menos algo ingenioso.
O esta vidriera...
Esta lápida a la entrada cuenta la historia de la creación de la casa por parte de Sarah Winchester, la creencia en la maldición que la llevó a construir hasta el fin de sus días.
Este nudo, contiene un total de 13 lazos.